Cuando acabó mi condena
me vi muy solo y perdío,
cuando acabó mi condena
me vi muy solo y perdío.
Ella se murió de pena
y yo, que la causa he sío,
sé que murió siendo buena.
Ella se murió de pena
y yo, que la culpa he sío,
sé que murió siendo buena.
Enterraron por la tarde
a la hija de Juan Simón,
y era Simón en el pueblo
el único enterraor,
el único enterraor.
Él mismo a su propia hija
al cementerio la llevó,
y él mismo cavó la fosa
murmurando una oración.
Y todos le preguntaban:
¿de dónde vienes Juan Simón?
Y todos le preguntaban:
¿de dónde vienes, Juan Simón?
Soy enterraor y vengo,
soy enterraor y vengo
de enterrar a mi corazón.
Soy enterraor y vengo,
yo soy enterraor y vengo
de enterrar a mi corazón.
Angelillo
Angelillo popularizó, con maestría, esta copla que data de 1935
ResponderEliminarGracias por la información, Pepe.
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