La luna se levanta tiento a tiento,
suenan sones palmas y quejas,
un manto de cristal al firmamento,
ay, susurros que la noche deja;
soledades, rezos y gemíos,
campanillas, trinos, la pena;
soleá ebria de poderío,
aromas de jazmín y azucenas.
Quejíos, son los aires de la alameda,
hay un lucero escondío,
amaneceres surcan las estrellas;
quejíos alboreá dentellada de seda,
no niego que te he querío,
ay alameda, ay alameda.
La luna clara se tiñe de negro,
de repente se hizo un silencio,
súplicas temblores y requiebros,
ay susurros cercos de incienso,
soledades, rezos y gemíos,
campanillas, trinos, la pena;
soleá ebria de poderío,
aromas de jazmín y azucenas.
suenan sones palmas y quejas,
un manto de cristal al firmamento,
ay, susurros que la noche deja;
soledades, rezos y gemíos,
campanillas, trinos, la pena;
soleá ebria de poderío,
aromas de jazmín y azucenas.
Quejíos, son los aires de la alameda,
hay un lucero escondío,
amaneceres surcan las estrellas;
quejíos alboreá dentellada de seda,
no niego que te he querío,
ay alameda, ay alameda.
La luna clara se tiñe de negro,
de repente se hizo un silencio,
súplicas temblores y requiebros,
ay susurros cercos de incienso,
soledades, rezos y gemíos,
campanillas, trinos, la pena;
soleá ebria de poderío,
aromas de jazmín y azucenas.
Soleá ebria de poderío,
aromas de jazmín y azucenas.
aromas de jazmín y azucenas.
Alameda
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