Te vi una noche de primavera
paseando junto a la laguna
y vi brillar un lindo rostro
por resplandores de la Luna.
Y al pasar por tu vera,
tu triste sonrisa miré,
sin saber lo que hacía,
de pronto me enamoré.
Desabroché tu vestimenta
y acaricié tus suaves colinas,
exploré las profundidades
de tus frondosa cueva,
mientras tú me dabas besos
por todo mi ser,
y no sentí escalofríos
incitándome al querer.
En el mágico momento
te penetré
sientiendo tus dulces paredes
apretándome.
Recuerdo una noche de primavera
paseando junto a la laguna,
que vi brillar tu lindo rostro
por resplandores de la Luna.
Y al pasar por tu vera
yo te miré,
yo te besé,
me enamoré.
Azahar
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