En un Mercedes blanco llegó
a la feria del ganado,
diez duros de papel Albal
y el cielo se ha iluminado.
Viene desde muy lejos y ya
no le queda ni memoria,
dice que un duende se la cambió
por un ratito de gloria.
En un mercedes blanco llegó,
y el cielo se ha iluminado.
Viene desde muy lejos y ya
no le queda ni memoria,
dice que un duende se la cambió
por un ratito de gloria.
En un mercedes blanco llegó,
de lunares el pañuelo,
todos los chiquillos detrás de él,
siempre va mirando al suelo.
¡Qué pena de muchacho!,
le dicen la gente en los bares
cuando juegan a las máquinas
y recogen lo que les sale.
Tres reyes van en un barco,
son tres reyes y un secreto,
ni ruinas ni cenizas
ni papel que lleve el viento.
Ponme, ponme la cinta otra vez,
pónmela hasta que se arranque
los cachitos de hierro y cromo,
a cantar como tú sabes.
todos los chiquillos detrás de él,
siempre va mirando al suelo.
¡Qué pena de muchacho!,
le dicen la gente en los bares
cuando juegan a las máquinas
y recogen lo que les sale.
Tres reyes van en un barco,
son tres reyes y un secreto,
ni ruinas ni cenizas
ni papel que lleve el viento.
Ponme, ponme la cinta otra vez,
pónmela hasta que se arranque
los cachitos de hierro y cromo,
a cantar como tú sabes.
¡Qué pena de muchacho!,
le dicen la gente en los bares
cuando juegan a las máquinas
y recogen lo que les sale.
le dicen la gente en los bares
cuando juegan a las máquinas
y recogen lo que les sale.
Kiko Veneno
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