Siempre me vistéis mover los brazos
en una danza al viento de giros extraños.
Mi corazón veis que es de paja
y mi cabeza una calabaza,
sé fingir sonrisas en la desolación.
Mil puestas de sol en mi pasado
pensando en cosas que nunca habéis pensado,
en los dioses primigenios,
en la libertad y en su precio,
en la plateada escarcha del amanecer.
Los hijos de la lluvia están
creciendo a mi alrededor.
Los días vienen y se van,
se desvanecen con mi voz.
Nadie, pasa el tiempo y sé que nadie
se unirá a mi baile, nadie
sabrá por qué hago esta canción.
Principitos que antes fueron sapos,
y princesitas que al besarlas despertaron.
No hay cuento de hadas sin milagro,
pero aún sigo esperando
que llege el tiempo de mi reencarnación.
Los hijos de la lluvia están
creciendo a mi alrededor.
Los días vienen y se van,
se desvanecen con mi voz.
Nadie, pasa el tiempo y sé que nadie
se unirá a mi baile, nadie
sabrá por qué hago esta canción.
Nadie, pasa el tiempo y sé que nadie
se unirá a mi baile, nadie
sabrá por qué hago esta canción.
Nadie, pasa el tiempo y sé que nadie
se unirá a mi baile, nadie
sabrá por qué hago esta canción.
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