Mañana lluviosa de abril,
alegrías de primavera,
cuando el Sol vuelva a salir
se olvidan todas las penas.
Las flores blancas de almendro
se cayeron por el suelo
y se formaron banderas
para olvidar el recuerdo.
La lluvia sobre el cristal
me despierta cada día,
y me invita a descubrir
que la noche ya termina.
Llegaron los buenos tiempos,
se rompieron los silencios,
y quedó un eco de voces
que se perdió en el tiempo.
Con fuerza rompe el Sol
y con él un nuevo día,
nace fuerte y con luz
y comienza la alegría.
Las flores blancas de almendro
se cayeron por el suelo,
y se formaron banderas
para olvidar el recuerdo.
Medina Azahara
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